Los orígenes del Carnaval se remontan a la antigua fiesta romana de Saturnalia, que se celebraba en diciembre. Esta fiesta, que marcaba el final del solsticio de invierno, se caracterizaba por la fiesta, la bebida y el jolgorio. Cuando el cristianismo se convirtió en la religión dominante en el Imperio Romano, la fiesta se adaptó al calendario cristiano como periodo de excesos antes del ayuno de la Cuaresma. El término carnaval deriva de la expresión latina «carnem levare», que significa «quitar la carne», ya que era la última oportunidad de darse un capricho antes de la Cuaresma.

El carnaval fue introducido en Andalucía por los árabes, que gobernaron la región durante más de 700 años, hasta el siglo XV. Los árabes celebraban una fiesta llamada Al-Andalus, precursora del carnaval actual. Al-Andalus era un festival de música, danza y poesía que celebraba la llegada de la primavera. Tras la expulsión de los moriscos de Andalucía, la población cristiana de la región adaptó la fiesta y la hizo suya.
El carnaval andaluz empezó a tomar su forma moderna en el siglo XIX. El carnaval de Cádiz, en particular, se hizo famoso por sus canciones satíricas, llamadas chirigotas, que se burlaban de las autoridades y los problemas sociales de la época. El carnaval de Cádiz también introdujo el concepto de espectáculos callejeros, que se ha convertido en parte integrante del carnaval andaluz.